Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100345
Legislatura: 1893
Sesión: 31 de Mayo de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 135, 2585
Tema: Relaciones comerciales entre las islas de Cuba y Puerto Rico y los Reinos de Suecia y Noruega

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Romero Girón): La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Voy a decir dos palabras. (El Sr. Duque de Tetuán: Tendré yo que hablar.) Señor Duque de Tetuán, ¿es que no he de protestar de eso de que las armas que yo empleo no sean nobles? (El Sr. Duque de Tetuán: He dicho nobles en el sentido parlamentario; en el sentido de que sean desiguales, pero aun así, retiro la palabra, por más que ya lo he expresado antes.) ¿Queréis que venga la batalla? Pues que venga, y entonces veremos la conducta de uno y otro partido y lo que estáis haciendo con el Gobierno. (El Sr. Duque de Tetuán: ¡Si enfrente de los tratados no hay partido; si estáis divididos!.- El Sr. Duque de Tetuán: Cuando venga el dictamen, será cuando tengáis conocimiento de ello, y entonces se demostrará que habéis comprometido los intereses del país injustamente.)

Yo no he atacado a nadie; lo que he hecho ha sido referir hechos y examinar e historiar conductas. (El Sr. Duque de Tetuán: Inexactas.) ¿Es inexacto que ha durado treinta y seis días una información que podría haberse acabado en ocho, y aún mejor hubiera sido que no se hiciera, porque no hacía falta, puesto que no ha sido más que un pretexto? (Rumores en la minoría. El Sr. Presidente agita la campanilla.) Pero en fin, sea de ello lo que quiera, venga el dictamen sobre los tratados y vamos a discutirlos. (El Sr. Duque de Tetuán: Vendrán.) Y entonces veremos quién tiene razón, y entonces se examinará vuestra conducta, lo que habéis hecho y quién es responsable de lo que está pasando ante nuestro país y ante los países extranjeros.

Y entretanto, no quiero seguir a S. S. en esas lucubraciones tan vehementes con que ha querido aquí combatir al Gobierno; pida S. S. que venga la batalla, y vamos a discutir serena y tranquilamente, que no hay necesidad de sofocarse ni de violentarse tanto como se ha violentado S. S.



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